MADRID, 31 (SERVIMEDIA)

El Consejo General de Economistas de España (CGE) ha mantenido en el 2,3% su previsión de crecimiento económico para este año, pero ha avisado de que la desaceleración económica será más fuerte de lo que espera el Gobierno en 2024, cuando calcula que el PIB avanzará un 1,5%, frente al 2% proyectado por el Ejecutivo.

Esta en la principal conclusión de la actualización de previsiones de la comisión financiera del CGE, que advierte de que el reparto de los fondos europeos «se está dilatando» por el retaso en la aprobación y ejecución de los proyectos, «lo que puede incluso poner en peligro la concesión de las ayudas». «Esto tendría un efecto negativo en el crecimiento de la economía y en las cuentas publicas», señala el informe.

Así las cosas, el CGE empeora el último augurio del Gobierno, que en el plan presupuestario remitido a Bruselas habla de una expansión del 2,4%. También es más pesimista que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –2,5%– y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) –2,4%–, aunque se alinea con el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –2,3% los dos– y es más optismista que la Comisión Europea –2,2%–.

De cara a 2024, en cambio, su pesimismo es solo equiparable al de la OCDE. El resto de organismos también cuestiona la previsión del Gobierno, pero en menor medida, ya que la Comisión Europea habla de un crecimiento del 1,9%, el Banco de España proyecta un 1,8%, y el FMI y la Airef auguran un 1,7%.

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INFLACIÓN, EMPLEO Y DEUDA

En cuanto a la inflación, los economistas prevén que el índice de precios de consumo (IPC) cierren el año en una media del 3,5%. No obstante, reconoció que esta previsión dependerá de la evolución de los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania y el más reciente entre Israel y Palestina, que «pueden incidir aún más en el precio de los combustibles y de la energía, haciendo que este se incremente».

Asimismo, y «a pesar de la ligera desaceleración de la economía», los economistas consideran que el empleo muestra «cierta resistencia», por lo que mantiene su previsión de la tasa de paro para fin de año en el 11,8%.

En cuanto a la política fiscal, los economistas reconocen tener dudas de cara a los últimos meses del año. Así, consideran que el Gobierno podría cumplir su objetivo de reducir el déficit público hasta el 3,9% del PIB e, incluso, bajarlo hasta el 3,8%. Pero también ve posible que finalmente no se reduzca por debajo del 4%.

En cuanto a la deuda pública, ve factible que caiga hasta el 109,5% del PIB, aunque esta cifra se sitúa lejos de la que el Gobierno comunicó a Bruselas en el plan presupuestario de 2024, en el que habla de una reducción hasta el 108,1% del PIB. En este contexto, el CGE admite que le «preocupa el efecto que el aumento de los gastos financieros derivados del incremento de la deuda pública en términos absolutos y de los tipos de interés pueda tener en las cuentas públicas», ya no espera que el Banco Central Europeo (BCE) rebaje los tipos a corto plazo.

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