– El expresidente de la entidad asegura que actuó con «inmediatez y diligencia» ante los requerimientos del regulador
MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
El expresidente del Banco Popular Ángel Ron declaró este miércoles ante el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, a raíz de un presunto incumplimiento de los deberes de información en la ampliación de capital del Banco Popular en 2012.
Una operación por valor de 2.500 millones de euros, que tuvo lugar después de que el Consejo de Administración presidido por Ron reaccionase «con inmediatez y diligencia» a las peticiones del regulador en el contexto del rescate europeo al sistema financiero español, y sobre la que se cimentó el Plan de Recapitalización de la entidad, aprobado «sin condiciones» por el departamento de Inspección y por la Comisión Ejecutiva del Banco de España.
A tenor de las acusaciones de presuntas omisiones e informaciones que considera sesgadas y tergiversadas en la captación de este capital, Ron adujo en sede judicial que el folleto de la ampliación de capital «era absolutamente claro y transparente». Concretamente, a tenor del desglose de su apartado 3.4, punto en el que se incluían los resultados del test de estrés requerido desde Bruselas a cada entidad financiera española, que determinó un exceso de capital de 677 millones de euros en el escenario base y un déficit de 3.223 millones en un escenario adverso que nunca acabó de cumplirse.
A su vez, entre las informaciones incluidas en el citado apartado del folleto de la ampliación de capital, el Banco Popular también informaba a los posibles nuevos accionistas de los detalles referentes a la preparación y contenido de su Plan de Recapitalización, así como de la aprobación de dicho plan por parte del Banco de España y las dotaciones previstas contra un resultado negativo de unos 2.300 millones de euros en la cuenta de pérdidas y ganancias.
AMPLIACIÓN DE CAPITAL
Al margen del cumplimiento de los deberes de información establecidos en orden a garantizar la transparencia del mercado de valores, Ron destacó el papel de sus consejeros, quienes «suscribieron más de un 20% de la ampliación de capital. «¿Cómo es posible sostener que alguien que invierte más de 500 millones puede pretender estafar 2.000?», se preguntó.
El expresidente también subrayó la evolución en la cotización de las acciones de la entidad y «los grandes retornos» obtenidos por los accionistas que suscribieron la ampliación, al haberse duplicado el precio de sus títulos «en cuestión de semanas» y mantenido su precio «por encima del de la ampliación» prácticamente hasta la desaparición del banco en 2017.
A su vez, Ron incidió en el factor diferencial del Banco Popular a tenor de sus resultados en la prueba de calidad de activos (AQR) requerida por Bruselas a cada entidad financiera como parte del rescate a la economía española. Su calificación en el grupo 3, correspondiente a las entidades financieras con posibilidades de recapitalización pero sin necesidad de ayudas, supuso un agravio comparativo en el seno de un sistema financiero como el español cuyas necesidades de capital de 60.000 millones de euros fueron cubiertas en su práctica totalidad con recursos públicos procedentes de Europa.
A pesar de ello, el Banco Popular contribuyó a la reestructuración financiera del país, comprando el Banco Pastor y la filial española de Citibank, y con la citada ampliación de capital que permitió a la entidad cumplir con el memorando de entendimiento sobre condiciones de política sectorial financiera (MoU) sobre el que se cimentó el rescate europeo a la banca española.