MADRID, 20 (SERVIMEDIA)

La economía española se enfrentará a «una clara desaceleración durante 2023», aunque de momento no hay «riesgos aparentes» de recesión ni de contracción, según la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (Esade), que prevé así que el PIB aumentará un 1% en 2023.

Estas estimaciones para España, realizadas con la colaboración del Banco Sabadell y publicadas este lunes, son mejores que las de las principales economías europeas gracias a la especialización productiva española, a la relativa independencia de la economía rusa y ucraniana, y a algunas de las medidas implementadas, como el tope al precio del gas.

Sin embargo, el crecimiento nacional previsto es inferior al avance global, previsto en torno al 2,9% para este 2023, y el de las economías avanzadas, que se espera crezcan en torno al 1,2%. También es inferior a los cálculos del Gobierno –2,1%–, la Comisión Europea –1,4%–, el Fondo Monetario Internacional (FMI) –1,1%–, el Banco de España –1,6%– o el Panel de Funcas –1,3%–.

No obstante, el informe de la institución advierte de que esta cifra dependerá del comportamiento de los precios de la energía, de la evolución de la inflación y de las decisiones que tome el Banco Central Europeo en consecuencia.

También apunta como «determinante» al desempeño del mercado de trabajo, donde «existe la posibilidad de que se haya alcanzado el nivel potencial de ocupación, circunstancia que podría implicar cierta resistencia a la reducción del desempleo durante los próximos meses».

Será «central», además, el rol que juegue la política fiscal en 2023, año electoral. Según el documento, la «sobreexposición» a estímulos fiscales durante los últimos meses (fondos europeos, subidas de las pensiones o del salario mínimo interprofesional, entre otros) podría «frenar» el proceso de desinflación iniciado a finales del año pasado.

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Asimismo, estas y otras medidas –como la rebaja del IVA de los alimentos– tendrán un impacto «significativo» en las finanzas públicas, por lo que se limitará la reducción del déficit público y se contribuirá a incrementar el ya muy elevado nivel de deuda pública. En este sentido, Esade considera «esencial» utilizar los fondos Next Generation EU para acometer reformas «estructurales» y «profundas» que tengan como objetivo «mejorar la productividad y el rendimiento del capital humano».

En cuanto a los sectores, Esade vaticina que el de la construcción se enfrentará a un año de «importantes oportunidades», gracias a las inversiones impulsadas por los fondos Next Generation EU, mientras que las previsiones para el sector servicios son «más inciertas» debido a que la evolución del consumo estará «muy vinculada» a la marcha de los precios, de los costes financieros y del mercado laboral. En cuanto a la industria, la incertidumbre será «elevada» a causa de las tensiones geopolíticas y los cambios regulatorios, particularmente los relativos al medioambiente y a la autonomía industrial.

RIESGOS

El principal riesgo que amenaza el cumplimiento de las previsiones económicas para España, así como para el resto de los países, es la evolución de la guerra en Ucrania, «que podría volver a provocar un aumento de los precios de las materias primas energéticas y alimentarias».

Otros posibles riesgos serían la aparición de nuevas oleadas de la pandemia de la covid-19, la comisión de «errores» en las pautas de subida de los tipos de interés o si se extienden las dificultades en la financiación de la deuda pública de las economías en desarrollo. «Estos riesgos, de materializarse, podrían causar una ralentización aún mayor de la actividad económica y un aumento mayor de la inflación», reza el informe.

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