MADRID, 27 (SERVIMEDIA)

El Banco de España ha decidido mantener en el 0% el porcentaje regulatorio del colchón de capital anticíclico (CCA) aplicable durante el cuarto trimestre de 2023 a las entidades bancarias por sus exposiciones crediticias en España, al considerar que no hay vulnerabilidades sistémicas en la economía española.

Según comunicó el organismo este miércoles, las entidades bancarias deben utilizar el incremento de los beneficios que se está observando en el periodo reciente para «aumentar su capacidad de resistencia».

El colchón de capital anticíclico es un instrumento macroprudencial diseñado para reforzar la solvencia del sistema bancario mediante la acumulación de capital en fases de bonanza económica —que es cuando se suele producir la acumulación de riesgos sistémicos—, para poder ser utilizado posteriormente cuando se materialicen riesgos.

El Banco de España realiza un seguimiento regular del ciclo financiero a través del análisis de la evolución de diversos indicadores. Uno de los más relevantes es el de la brecha de crédito-PIB, que mide la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto a su nivel tendencial. Los últimos datos disponibles muestran que este indicador continúa en terreno negativo y con tendencia descendente, alejándose así del umbral de alerta, debido fundamentalmente al crecimiento de la actividad económica y, también, a la contracción del crédito iniciada a finales de 2022. Se espera que este descenso continúe en los próximos trimestres.

Adicionalmente, el Banco de España analiza una relación amplia de indicadores macrofinancieros complementarios que, en conjunto, «tampoco muestran señales de acumulación de vulnerabilidades sistémicas». Además, la persistencia de las presiones inflacionarias y las tensiones geopolíticas «podrían generar riesgos a la baja» sobre la evolución de la actividad económica durante el periodo restante de 2023 y el comienzo de 2024, lo que respalda mantener el colchón en el 0% «para así evitar potenciales efectos pro-cíclicos adversos». En un entorno de materialización de estos riesgos, la moderación del crédito que supondría una eventual activación del CCA no contribuiría a reducir el nivel de riesgo sistémico, y, además, podría debilitar en mayor medida el crecimiento del PIB, según justificó el Banco de España.

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Respecto al resto de indicadores analizados, el indicador de intensidad del crédito (ratio entre la variación anual del crédito sobre el PIB) se sitúa en niveles negativos, mientras que la ratio del servicio de la deuda (ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre la renta disponible de hogares y empresas), se encuentra en valores «moderados», siguiendo una senda aún descendente. La economía española continúa mostrando un superávit de la balanza por cuenta corriente.

MERCADO INMOBILIARIO

Respecto al mercado inmobiliario, el Banco de España consideró que existen «indicios de corrección» de las señales de alerta «leves» observadas tras el aumento notable de los precios de la vivienda en 2022. Por un lado, se mantiene la moderación del crecimiento de los precios de la vivienda. Sin embargo, se han observado recientemente señales de «ralentización» de esta moderación.

En cuanto a los indicadores de desequilibrios en los precios de este mercado, «sigue habiendo algunas señales de sobrevaloración», si bien son de magnitud limitada e inferior a las de otros países del entorno.

Las compraventas de viviendas en el segundo trimestre bajaron un 6,9% en términos interanuales. No obstante, continúan por encima del nivel medio observado en los años previos a la pandemia. Asimismo, las nuevas operaciones hipotecarias siguieron perdiendo pulso. El saldo de crédito hipotecario también se redujo, aunque de forma más moderada.

Por último, desde la última revisión del CCA se ha observado un «cierto endurecimiento de algunos estándares de concesión de crédito nuevo».