Desde hace unos años, las formas de pago en los comercios han cambiado sustancialmente. Mientras que antes las únicas opciones era por la vía del efectivo o una tarjeta de crédito o débito, hoy las opciones se amplían considerablemente.
Pero, ¿cuáles son esas opciones?
La tecnología y aplicaciones han tenido mucho que ver con eso. Hoy en día los comercios aceptan cada vez más fórmulas de pago.
De las primeras que llegó para revolucionar no solo el ecommerce sino muchos comercios, sobre todo relacionados con los viajes y ocio, fue Paypal. Asociando la tarjeta de crédito, tan solo es necesario iniciar sesión para poder realizar la transacción. Una de las ventajas pasa por no necesitar ofrecer las cuentas bancarias de ambas partes sino tan solo un usuario y, además, la protección que se tiene de hasta 3 meses en la transacción.
Otra opción cada vez más habitual es un código QR. Será el comercio el que generará el código que, escaneado en un dispositivo inteligente y una aplicación vinculada con un banco, es posible realizar el pago. Otra alternativa cómoda y ágil sin necesidad de dar más datos o información.
Sin duda, la llegada de WAYLET también ha supuesto un adelanto, por ejemplo, en estaciones de servicio. Asociada a una tarjeta, la facilidad de pago junto con las ventajas que ofrece en forma de promociones hace de este método uno cada vez más popular para pagar. En este caso, además de pagar y ahorrar dinero en los repostajes de combustible que realices en todas las gasolineras del Grupo Repsol, con el coche eléctrico en los puntos de recarga eléctrico y también en todos los centros de El Corte Inglés y en más de 4.500 comercios.
Bizum es otra de las opciones cada vez más comunes entre particulares a la hora de realizar pagos in situ. Esta ha sido una de las aplicaciones estrella entre los grupos de amigos y familiares a la hora de devolver la parte de una cena, facilitar el pago de un regalo conjunto o incluso para sorprender en fechas especiales con un pequeño ingreso. En este caso, el traspaso se hace de una cuenta a otra, siendo inmediato su ingreso en la del destinatario.
Google Pay o Apple Pay ya abrieron la veda gracias a la NFC pero, para comprender realmente lo que hacen, hay que hablar de tarjetas tokenizadas aunque sorprenda.
En realidad, cada pago de este estilo utilizan tarjetas virtuales o tokens para el pago, beneficiándose de la economía digital y la cadena de bloques de forma apenas compleja para el usuario, que tan solo tiene que validar las operaciones desde su terminal.
En definitiva, una nueva revolución que, gracias a aplicaciones como Waylet con ofertas, puede ser beneficiosa para el usuario en sus rutinas y gastos más habituales.
La ventaja de todas ellas radica, precisamente, en la seguridad ya que son muchas las opciones para verificar que se quiere realizar el pago, incluso vía huella, en los dispositivos móviles. El futuro del pago digital ya es una realidad.