¿Qué dice la teoría del crecimiento económico?
La teoría del crecimiento económico se centra en explicar cómo y por qué la economía de un país aumenta su producción y bienestar a lo largo del tiempo. Fundamenta que el crecimiento sostenido depende principalmente de la acumulación de capital, el progreso tecnológico y el aumento de la productividad. Estas variables interactúan para generar un incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) y mejorar los niveles de vida.
Según esta teoría, existen dos enfoques principales: el modelo clásico y el modelo neoclásico. El primero destaca la importancia del capital y la mano de obra, mientras que el segundo incorpora el papel crucial del progreso tecnológico como motor del crecimiento a largo plazo. En ambos casos, el crecimiento no solo se mide en términos cuantitativos, sino también en la eficiencia con que se utilizan los recursos disponibles.
Factores clave en la teoría del crecimiento económico:
- Capital físico: inversiones en maquinaria, infraestructura y tecnología.
- Capital humano: educación, formación y habilidades de la fuerza laboral.
- Innovación tecnológica: desarrollo de nuevas técnicas y procesos productivos.
- Instituciones y políticas económicas: estabilidad, regulación y incentivos para la inversión.
¿Qué teoría del crecimiento económico sugiere que el crecimiento se acelera a medida que aumenta la inversión en capital físico?
La teoría del crecimiento económico neoclásica, especialmente el modelo de Solow-Swan, plantea que el crecimiento económico está influenciado por la acumulación de capital físico, el trabajo y el progreso tecnológico. En este marco, la inversión en capital físico es fundamental para aumentar la capacidad productiva de una economía. Sin embargo, según esta teoría, el crecimiento se desacelera a medida que se alcanzan rendimientos decrecientes del capital.
Por otro lado, la teoría del crecimiento endógeno
En resumen, es la teoría del crecimiento endógeno la que sugiere explícitamente que el crecimiento se acelera a medida que aumenta la inversión en capital físico, ya que esta inversión impulsa mejoras tecnológicas y efectos multiplicadores que potencian el crecimiento sostenido de la economía.
