Raro es no fijarse, durante el tránsito por edificios, garajes, centros comerciales o incluso locales comerciales en los extintores que se sitúan en zonas estratégicas y que son los aliados ante cualquier conato de incendio.
“Un extintor ha sido clave para extinguir un pequeño incendio en locales o edificios. Pero no se trata solo de poner uno y colocarlo sino que, más allá de elegir el idóneo para cada caso, es necesario mantenerlo y hacer una didáctica de su uso” explican desde Extintores Montoya.
¿Cuáles son las claves para saber qué extintor se necesita?
Por suerte, hoy en día hay auditorías de prevención y seguridad que especifican el número de extintores y características dependiendo del uso del edificio, zonas que daría servicio y, cómo no, metros cuadrados que cubriría.
Aunque se puede hablar de hasta cuatro tipos de extintores principalmente, dependiendo del tipo de fuego – por origen – que necesite extinguirse, lo más habitual es ver cómo en los edificios el más común es el ABC que cumple con los tres primeros grupos gracias a la extinción que proporcionaría el polvo químico seco.
¿Cuáles son los incendios más comunes?
Aunque la precaución siempre debería ser máxima, en España no existe una obligatoriedad de tener extintores en el hogar. Aunque, sí, en los edificios, con lo que es fácil que los descansillos cuenten con uno.
Entre las causas más habituales para tener que darle uso están los incendios que tienen como origen la cocina. Esta habitación es una de las más peligrosas de la casa en este sentido y la recomendación pasa siempre por no alejarse mientras se está cocinando con seguridad.
También los daños eléctricos, un cortocircuito o un cable en mal estado puede acabar provocando un incendio en un domicilio o local.
En la temporada invernal, los calefactores, algunas estufas y una mala combustión pueden ser la causa de un gran susto como acaba viéndose en los titulares que, año tras año, siguen contando las tragedias que suceden. Contar en ese caso con un extintor a mano es clave.
Finalmente, el tabaco suele ser también un mal aliado de la seguridad contra incendios cuando se descuida o se fuma en la cama o cerca de la ropa del hogar. Ocurre lo mismo con las velas. Un descuido puede pasar una alta factura.