HAce años que venimos hablando de la necesidad de legislar en beneficio de pymes y autónomos. Durante los años pasados son muchas las empresas que han cambiado de denominación para volver a empezar, que han cerrado o incluso, muchas, las que son de nueva creación.

Ante eso, muchos listados de proveedores o las mismas empresas de nueva creación, necesitan actualizar su CRM con la situación real de las compañías con las que empezarán, de nuevo, en este periodo de recuperación, volver a firmar acuerdos.

Pero para no tener sorpresas, son muchos los empresarios que optan por pedir información sobre empresas antes siquiera de sentarse a las reuniones a negociar nuevas condiciones o acuerdos. El hecho de que sean empresas sin deudas tras ellas o que tengan todos los deberes hechos nos avalarán un buen trato en principio, de ahí que sea importante conocer de antemano la certificación real, las posibilidades de expedir documentación o saber a ciencia cierta que no están sancionadas por algún tema por la administración.

No basta con conocer el estado real sino también conocer cómo aparece la nuestra. Aunque parezca un trámite que no merece la pena hacer, son muchos los que luego se encuentran con no conseguir ciertos permisos, por ejemplo de apertura. Aunque suene a algo impensable, no lo es tanto. Pongamos por ejemplo un taller que pide que parte de la obra y del proceso de aislamiento ignífugo se lo hace una empresa, que posteriormente no le emite el certificado correspondiente. Cuando los empresarios vayan a pedir el permiso de apertura y la Administración vea que la empresa que ha llevado a cabo la obra no puede avalarlo porque no está autorizada, se paralizará la emisión del permiso con el perjuicio que supone.

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Aunque no suene a la actualidad empresarial que nos rodea, ninguno estamos exentos de accidentes como este que pueden suponer un grave problema en el corto y medio plazo, de ahí que no baste con un primer contacto sino con la información de que la empresa con la que trabajará en conjunto tiene también los deberes hechos. Algo así no cuesta tanto como se piensa y ahorra muchos futuros quebraderos de cabeza.