La arquitectura puede que sea uno de los sectores más importantes de la construcción y, no por ello, es de los más conocidos por el gran público o incluso por las empresas.
Contar con un estudio de arquitectura que promueva la idea de project management, es decir, tomar una primera idea de proyecto desde fase inicial y que se desarrolle hasta la entrega de llaves, haciéndose cargo de la toma de decisiones, la viabilidad económica, la planificación, el diseño, la construcción, la calidad y el resultado, es todo un avance en el mundo de la construcción. Y más aún cuando también se habla de diseños prefabricados o industrializados.
“Es una forma de trabajar que asegura un proceso eficiente y resultados de éxito. Optimiza los recursos, tiempo y costes garantizando una comunicación fluida entre las partes. En realidad, es apostar por la transparencia, calidad y cumplimiento de plazos” explican desde Cota-Zero.
Soluciones prefabricadas, una tendencia en auge para casas en 11 días
Desde los despachos de arquitectura están incorporando las soluciones prefabricadas dentro de sus proyectos. No en vano, desde 2021 ha crecido su demanda en más del 60% pese a que, hoy en día, todavía es un producto que no está del todo extendido en nuestro país como sí lo está, por ejemplo, en países como Alemania, donde a día de hoy representa más del 15% de la construcción de nueva vivienda.
Diseñados a medida, son capaces de dar respuesta a la demanda de todo tipo de clientes. “Esta solución constructiva garantiza una eficiencia y flexibilidad para crear espacios personalizados y funcionales en tiempo récord. Por suerte, hoy en día cumplen con los más altos estándares de calidad. De hecho hay dos opciones, las prefabricadas y las industrializadas. La diferencia está en la adaptación a la demanda y necesidad de cada cliente” comentan.
Esta opción permite la construcción de una vivienda en 11 días gracias a un sistema de piezas de hormigón prefabricadas autoportantes. La dificultad puede estribar en el transporte, porque el propio ensamblaje se hace in situ, en la obra, montándose sobre una cimentación que ha sido ejecutada previamente sobre el terreno.
En este tipo de proyectos y construcción, los muros estructurales hacen la función de muros de cerramiento, lo que aligera el tiempo de obra.
De hecho, una de las últimas tendencias e innovaciones en este tipo de vivienda prefabricada pasa por buscar acabados que acerquen la construcción al concepto de vivienda pasiva en la que apenas se necesita gasto energético para vivirla, rebajando la huella ecológica al mínimo.
La función, en este caso, de un estudio de arquitectura que se ocupe de todo el proyecto desde el inicio puede agilizar que cada paso del proyecto sea más sencillo y coordinado, solucionando sobre la marcha los incidentes que puedan ir surgiendo.