Las leyes que regulan la actividad empresarial, así como las que la fomentan deben estar, siempre, en el horizonte de los empresario y emprendedor para aprovechar sus herramientas y cumplir objetivos

Emprender un negocio es una tarea muy ardua que requiere mucho esfuerzo y, desde luego, una gran planificación. A eso, se añade todo un periplo burocrático que, a veces, frena a muchos inversores o emprendedores a poner en marcha una idea empresarial. Sin embargo, desde la Administración del Estado se han detectado estas trabas y en gran medida, se ha constituido un nuevo marco jurídico y fiscal que pretende allanar el terreno a las empresas y a las ideas mercantiles futuras.

Es ahí, por ejemplo, donde aparece la nueva ley antifraude. Su principal objetivo es sustituir de forma integral la anterior Ley General Tributaria. En esencia, lo que se regula con esta nueva norma son los sistemas y procesos de gestión internos de las compañías, así como lo referente a los softwares informáticos que ejecutan la facturación y la contabilidad de cada empresa.

Ampliando el concepto anterior, la nueva normativa legal tiene como objetivo regular una serie de aspectos para acabar con el fraude fiscal. La meta es:

  • Luchar contra el fraude fiscal: medir las transacciones que se realizan respecto a las criptomonedas, pasando con los pagos en red o los ejecutados en efectivo. También pondrá el foco en las sucesiones y en lo relacionado con las jurisdicciones no cooperativas
  • Implantación de programas de gestión: al mismo tiempo, se han dispuesto procesos de facturación y gestión garantistas que persiguen erradicar fraude en las transacciones. También se ha dotado al propio Estado para conocer la trazabilidad de cada gestión fiscal de forma integral, segura y objetiva.
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Un marco normativo que da seguridad al emprendimiento

Sin embargo, las empresas y los emprendedores cuentan también con nuevas herramientas, que no solo facilitan la creación de nuevas empresas, sino que dotan a las Pymes y autónomos de soluciones para crecer en los entornos digitales y, por ende, hacerse más competentes en el mercado. Gracias, pues a la ley crea y crece para autónomos, aprobada en septiembre de 2022, se han desarrollado novedades que buscan el fomento de creación de nuevas empresas y, al mismo tiempo, minimizar la burocracia y aumentar las oportunidades del tejido empresarial.

A todo lo anterior, se une que la ley Crea y Crece obliga a las empresas a proceder a una facturación electrónica que mejora la comunicación fiscal y evita fraudes, tal y como se ha comentado en el anterior apartado. Pero, ¿qué mejoras ofrece Crea y Crece?

  • Agilidad en la tramitación: da un espaldarazo al emprendimiento por el hecho de facilitar los trámites administrativos a la hora de emprender un nuevo proyecto empresarial, eso hace que se facilite su desarrollo y que pueda crecer de forma natural. Simplificar trámites para crear empresas es la clave.
  • Digitalización y globalización de las empresas españolas: sin duda, para que el sector empresarial español crezca y sea competitivo hay que presentar un escenario en el que puedan aumentar su productividad. Por ende, mejorar al mismo tiempo la calidad del empleo y la internacionalización de su presencia en el mercado. Todos estos factores son esenciales para robustecer la competitividad empresarial y estimular, así, el crecimiento propio de la economía española.
  • Facilidades para crear nuevos proyectos empresariales: la nueva ley Crea y Crece permite la creación de empresas en solo 10 días, así como Sociedades de Responsabilidad Limitada con capital social de solo 1 euro y todo ello apoyado con los Puntos de Atención al Emprendedor (PAE),que se trata de un servicio completamente gratuito que da asesoramiento y apoyo a todo aquél emprendedor que quiere crear un nuevo proyecto empresarial.
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Herramientas para evitar fraudes y legitimar la competencia leal

Con la ley de prevención del fraude fiscal se pretende poner freno y cortafuegos al fraude fiscal. De ese modo, quedaría reforzada al máximo la confianza, tanto de los consumidores y proveedores, así como de las propias empresas, además de adecuarse a las normativa que ya se viene experimentando con éxito en otros países miembros de la Unión Europea.

Concretamente, en España, una de las herramientas que se ha implantado gracias a esta Ley Antifraude es la del sistema de emisión de facturas verificables o sistema VeriFactu. El objetivo, como se ha afirmado, es que las empresas remitan directamente a Hacienda las facturas cuando se emitan por lo que mejora su fiscalidad y se evitan errores intermedios.

En resumen, se trata de generar un marco seguro, digitalizado, ágil y que permite crecer a las compañías, con ella la riqueza y el empleo de calidad y, por supuesto, el cumplimiento de toda la normativa mercantil.