Junio, nuevos datos que demuestran cómo el tipo interbancario que rige la mayoría de las hipotecas sigue a la baja hasta situarse cerca del 0.026%, pero negativo.

Esto, en un primer momento, son buenas noticias para todos los que tienen su revisión durante estos meses, porque significa el abaratamiento de las hipotecas, que ya viene año marcando bajadas que dan un pequeño respiro a quienes compraron sus viviendas en una época donde los precios casi duplicaban los actuales.

¿Por qué decimos que benefician a los de esa época? Porque los intereses de los bancos, en aquel momento, nada tenían que ver con los actuales. Esto se debía a que el índice que marcaba el euríbor ya encarecía las hipotecas lo suficiente. Sin embargo, con este índice bajo, los que han comprado vivienda a posteriori, cuentan con un interés bancario bastante por encima de lo que se firmó antes de 2008. Algo que acabará de nuevo pasando factura una vez el índice Euríbor vuelva a incrementarse.

Los bancos, además, viven ahora un momento de incertidumbre con respecto a las nuevas medidas que tomará el BCE con respecto a los depósitos «ociosos» que en él depositan las entidades, que podrían ser penalizados por no facilitar ese líquido a los ciudadanos mediante acciones de préstamo que pusieran de nuevo más dinero en circulación. Y es que los bancos no viven su mejor momento en lo que a beneficios por intereses se refiere ya que, pese a que ellos consiguen el dinero apenas sin ellos, la gente sigue viendo cómo no se repercute en sus operaciones financieras.

Quizás también te interese:  Guía completa: cómo construir una estrategia de pricing efectiva para productos de startups

Pero no hay que ilusionarse, parece que este tipo interbancario comienza a tocar suelo y que, gracias al repunte del petróleo y, por tanto, también de la inflación, podría comenzar una lenta escalada hasta dejar los índices negativos que está presentando en los últimos meses.