Como cada cierto tiempo, las tendencias de inversores pasan por cambios. Si antes lo normal era apostar por materia prima, por pares o incluso en las cotizaciones bursátiles, desde hace un tiempo y debido en gran parte a la situación macroeconómica internacional, son muchos los que han optado por dar una oportunidad a invertir en ETFs.

¿Qué son en realidad los ETFs?

Mucho se empieza a escuchar sobre los ETFs y, en realidad, pocos saben qué son. ¿Son acciones? ¿fondos? ¿nuevos productos? En realidad, vienen a ser una mezcla de conceptos que está siendo muy interesante en el momento de inversión en el que está la situación económica internacional.

En realidad, para quienes conozcan un poco cómo funciona el mercado bursátil, no encontrarán tantas diferencias con respecto al funcionamiento que tienen los ETFs comparados con las acciones corporativas.

En realidad, una de las diferencias estriba en que este tipo de títulos replica el comportamiento de ciertos índices como el S&P 500, o bien las canastas de un determinado número de acciones. Es decir, replica el rendimiento. Y esto puede servir como referencia a la hora de elegir ciertos sectores.

«La diferencia con otros productos es que éste no tiene un momento concreto en el que sea buena idea porque siempre lo es. De hecho, se puede acceder a través de los principales brókeres y es un acierto en este momento según explican los propios inversores cuando el resto de productos no están llegando ni cumpliendo las expectativas» explican algunos economistas.

Aunque lo normal es que el perfil de inversor que apuesta por este tipo de producto sea para dejarlo a largo plazo, lo cierto es que también están llamando la atención de quienes, a medio plazo, esperan ver el comportamiento de bolsa y demás productos financieros que, a día de hoy, están estancados.

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Algunos quieren comparar o poner en contraste los ETFs con los fondos indexados. En realidad, para comprenderlo, la diferencia radica en cuándo aparece el valor, en el caso del primero ocurre en el momento, como en el caso de las acciones que cotizan en bolsa mientras que, en el caso de los fondos, solo ocurre cuando acaba la jornada.

¿Cómo elegir este tipo de valores?

En realidad no hay una hoja de ruta que explique cuál sería la mejor opción fuera de hacer un análisis exhaustivo que, en la mayoría de los casos, sería a nivel estructural, internacional y macroeconómico.

Dada su complejidad, lo mejor es dejarse guiar y aconsejar por profesionales del sector capaces de ver la oportunidad tan pronto se presenta para hacer una cartera de ETFs con un recorrido que pueda garantizar o, al menos, buscar, una rentabilidad para sus clientes. «Se trata, como en todas las inversiones, de encontrar la oportunidad para conseguir la rentabilidad buscada. Aunque nada es asegurado en los mercados, sí hay indicios que permiten mejorar las previsiones» explica.

¿Cuáles son las tendencias? Todo lo relacionado con Inteligencia Artificial, Sostenibilidad, Energías renovables, Hidrógeno o, incluso, algunas materias primas pueden tener bastante recorrido en los próximos años.