– Yolanda Díaz defiende el texto en la ONU y subraya que la economía social ayuda a «superar un sistema económico despiadado»

MADRID, 18 (SERVIMEDIA)

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó este martes la adopción de la primera Resolución sobre economía social, que dotará de directrices para que se pueda potenciar en todo el mundo este tipo de economía.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, intervino este martes ante la Asamblea General de la ONU, donde destacó que «las soluciones de la economía social, en las que ha profundizado el Gobierno de España, nos han demostrado que es posible superar un sistema económico despiadado, sin alma, que se funda en los recortes, el olvido de las personas más vulnerables y que está anclado en la desigualdad».

España ha sido el principal impulsor de esta Resolución, aunque en el proceso, que ha durado años, ha contado con el apoyo de otros países. La economía social supone en España el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) y el 12% del total del empleo.

La adopción de esta Resolución contribuye, según Díaz, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como a cuidar el planeta y luchar contra la desigualdad.

La vicepresidenta puso en valor que el texto anima a los Estados miembros y organizaciones internacionales a incluir la economía social y solidaria en sus planes nacionales y documentos marco, alienta a las instituciones financieras y a los bancos de desarrollo a apoyar esta fórmula económica, además de solicitar informe a la Secretaría General de la ONU para volver a abordar este asunto en dos años.

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«Avanzar en una economía más participativa, más democrática, más comunitaria y más resistente a las crisis nos permite sentar las bases para mejorar la vida de la ciudadanía, incluso cuando la incertidumbre nos acecha «, agregó Díaz.

En su alocución, la ministra de Trabajo resaltó que «la economía social ha logrado desmentir el interesado tópico de que el desarrollo económico de un país debe sacrificar, inevitablemente, unos ideales de justicia e igualdad que, muy al contrario, deben estar en el núcleo de nuestros sistemas políticos y económicos».

«Las cosas, lo hemos comprobado, pueden hacerse de otra manera», sentenció Díaz, que subrayó el papel «decisivo» en la transformación de la economía mundial hacia un modelo de desarrollo sostenible, pues «otorga a las personas y a las comunidades en las que se implica el control directo en ámbitos tan relevantes como la producción agrícola, la salud, la industria, el comercio, la educación, la vivienda, la distribución energética o las finanzas».

La vicepresidenta segunda aprovechó su discurso para poner de relieve que la economía social es un modelo feminista y para elogiar la fortaleza de este sector en España, que representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB).

«Por eso la economía social no es una representación aproximada del futuro que queremos, sino la evidencia de que es posible construir ese mundo más justo, sostenible y solidario ya, ahora mismo», resolvió Díaz.