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MADRID, 07 (SERVIMEDIA)

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, considera que el impuesto a la banca «sigue siendo oportuno» y «justo» pese a las tensiones financieras de las últimas semanas.

En una entrevista concedida a Servimedia, Montero justificó este posicionamiento en que siguen vigentes las ayudas a las familias y empresas por la coyuntura de la inflación y la guerra de Ucrania y «son las que vienen a dar respuesta a esos recursos que se les pide de forma extraordinaria» a los sectores energético y bancario. La ministra resaltó que las cuentas de los bancos y las energéticas «son realmente abultadas».

En esa línea, destacó que las hipotecas a tipo variable se han visto incrementadas por la escalada de los tipos y el euríbor «de una manera muy fuerte en los últimos meses», y eso reafirma la petición del Ejecutivo de un «esfuerzo a las entidades financieras para que pudiéramos sufragar muchas de las medidas que van dirigidas justamente a que en las economías domésticas no se repercuta tanto esta situación derivada de la guerra de Ucrania».

También argumentó que la temporalidad del impuesto refleja que el Gobierno sigue «monitorizado» la situación de repunte de la inflación, subida de los tipos de interés y turbulencias en los mercados.

La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, relacionó la coyuntura con el impuesto durante la Junta General del banco la semana pasada, al preguntarse por la justificación del gravamen en el contexto actual y si «no se ha privado a nuestras entidades de unos recursos idóneos para hacer frente a la nueva situación».

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La ministra fue preguntada sobre el caso de que las tensiones financieras se contagien a la banca española y la posibilidad de que eso lleve a repensar el impuesto al sector y rechazó de plano esta opción al afirmar: «No contemplamos ningún tipo de modificación de cualquier otra actuación que se pudiera ver derivada de esta circunstancia».

Montero expuso que el sistema financiero español «tuvo un antes y un después» con la crisis financiera de 2008 y ahora está sometido a test de estrés que permiten anticipar el impacto de un momento de dificultad.

«Nuestros bancos están saneados, sus cuentas públicas son perfectamente y absolutamente transparentes» y «no hay ningún tipo de riesgo, en este momento, de contagio de situaciones puntuales de determinadas entidades financieras al resto del sistema financiero, ni a nivel europeo ni a nivel español, y, por tanto, no contemplamos ningún tipo de modificación», zanjó.

Los propios directivos de los principales bancos españoles han exhibido en las últimas semanas esa postura de fortaleza de las entidades ante las tensiones financieras desatadas a raíz de varias quiebras bancarias en Estados Unidos y las dificultades de Credit Suisse, que ha terminado siendo comprado por UBS. No obstante, se oponen al impuesto y, de hecho, ya lo han recurrido en los tribunales a través de las patronales bancarias y en algunos casos a título particular.