MADRID, 07 (SERVIMEDIA)

La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, manifestó este martes que «lo que nos ha preocupado» del impuesto a la banca es el «tono de señalamiento, de estigmatización con nombres y apellidos».

Así lo dijo Kindelán durante su intervención en el ‘Observatorio de las Finanzas’ organizado por el periódico El Español/Invertia.

La responsable de la patronal de los grandes bancos criticó que el «tono» usado por el Gobierno para implantar el impuesto «parte de una base de que la banca está contra la sociedad y por eso hace falta».

Explicó que se basa «en dos falacias» citando los «beneficios caídos del cielo» esgrimidos por el Ejecutivo que para Kindelán no existen y, en su lugar, se está produciendo una «normalización» con la subida de los tipos de interés, así como el rescate que se dirigió a entidades «politizadas» y a lo que «las entidades fuertes ayudamos» con unos 25.000 millones al Fondo de Garantía de Depósitos y 2.600 millones a la Sareb. «Las entidades que están hoy aquí lo que hicieron fue ayudar, el rescate no es una excusa para el gravamen», afirmó Kindelán.

Desde la patronal, su presidenta apuntó que «preocupa» que el impuesto tendrá un «impacto contraproducente» en la economía al restar 50.000 millones de crédito con la recaudación que se prevé, que supone una «doble imposición» y «discriminación» en cuanto a que en otros países no se aplica.

Sobre las remuneraciones de los banqueros, Kindelán añadió que las de este sector son las más reguladas y transparentadas y la cifra tiene que ver con el perfil de riesgo.

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Por otra parte, sobre la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, Kindelán rechazó la configuración del nuevo organismo porque «lleva a mucha litigiosidad» al establecerse una tasa fija de 250 euros independientemente del resultado final de la reclamación. Puso el ejemplo del Reino Unido para indicar que se creó una autoridad similar que inicialmente tenía 300 empleados y hoy son 3.000 y el número de reclamaciones se ha multiplicado «por cinco o seis».

Respecto al código de buenas prácticas para vulnerables y para quienes están en riesgo de serlo, Kindelán consideró «normal» que haya pocas peticiones porque «hoy no tememos un problema de mora» y todavía no se han repreciado todas las hipotecas. Instó a cumplir el acuerdo y a no aportar «ruido» con propuestas de «añadir, quitar medidas» porque se genera «incertidumbre, preocupación y desconfianza» entre los deudores.

Por último, aportó algunos datos sobre el seguimiento del protocolo para mejorar la atención a los mayores y destacó que más del 80% de las oficinas ha ampliado el horario de caja de 9.00 a 14.00 horas, más de dos millones de mayores han sido atendidos por una persona a través de call centers y casi 70.000 empleados de banca se han formado para dar una atención especial a los mayores.