MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, destacó este martes el trabajo «muy de la mano» con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para el paquete de medidas para las familias hipotecadas más afectadas por la subida del euríbor y analizará el texto final.

En el marco del ‘XXIX Encuentro del sector financiero’ organizado por Deloitte, Sociedad de Tasación y ‘ABC’, Kindelán declaró a los periodistas la «plena disposición a ayudar» por parte del sector a los clientes que lo necesiten.

Destacó que muchas de las ideas propuestas se han recogido en el acuerdo con el Gobierno y señaló que «todavía tenemos que ver esta última versión» al quedar pendientes detalles técnicos y «hacer una valoración».

En su intervención en la jornada, Kindelán resaltó que el sector financiero es «muy sensible» a la situación actual con la subida de tipos de interés y de «un montón de costes», entre ellos, los de las hipotecas.

Aseguró que «no hay un problema generalizado de mora», que se encuentra históricamente baja, pero que con el paquete de medidas para familias se está adelantando «una situación que se podría dar» de dificultades para que algunas familias puedan devolver un préstamo hipotecario.

Kindelán subrayó que el texto final del paquete de medidas todavía no se conoce, aunque el Consejo de Ministros lo aprobó hoy, y «en función de lo que veamos lo analizaremos». Destacó que la «prioridad» es ayudar a los clientes con problemas por la subida de los tipos de interés, y «cuadrar» todos esos aspectos técnicos «no siempre es fácil y tenemos obligación de cuidar mucho todos estos aspectos».

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La presidenta de la patronal bancaria resaltó que la situación del sector ahora «es muy distinta» a la de la crisis financiera anterior y recordó que la economía «sigue creciendo», que el empleo «está aguantando bien» y «por eso el foco del sector ha sido ayudar a mitigar el impacto de la subida de tipos sobre las cuotas».

Respecto a la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, a la que el Consejo de Ministros dio luz verde hoy también en segunda vuelta, Kindelán se opuso a que la banca la financie con una tasa «elevada» de 250 euros y consideró que «genera ineficiencias» y costes.

Opinó que «no genera los incentivos adecuados» y dijo que «preocupa crear aquí algo que genere muchos costes y que sea mucho mayor y más complicado y complejo para todos que el beneficio que podríamos tener mejorando los sistemas de reclamación que tenemos».

Respecto al impuesto a la banca, se mantuvo en que «no es la solución a ninguno de los problemas que tenemos hoy» y que tampoco es «momento de poner más cargas al sector». Rechazó que la banca obtenga beneficios extraordinarios por la subida de los tipos de interés, como justifica el Gobierno para crear el impuesto, y recordó los cálculos del sector de que el impuesto afectará a la concesión de crédito por 50.000 millones y a 250.000 hipotecas medias en España.

Sobre la posibilidad de que sea un tributo permanente y no temporal como se ha planteado, Kindelán afirmó que «es muy difícil quitar un impuesto a los bancos» y este punto «nos preocupa».