MADRID, 27 (SERVIMEDIA)

El Banco de España constata una traslación del aumento de los tipos de interés de mercado al coste de los préstamos, lo que ha supuesto un descenso de la nueva financiación en el segundo semestre del año pasado, y detecta que los préstamos dudosos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) repuntaron hasta una tasa cercana al 6%.

Así se desprende de un artículo analítico del organismo sobre la financiación y el crédito bancario al sector privado no financiero en el segundo semestre de 2022.

El Banco de España señala, a tenor de los datos de la Encuesta de Préstamos Bancarios, que las condiciones de financiación siguieron endureciéndose de forma generalizada, aunque en el caso de la financiación concedida a los hogares este endurecimiento habría sido más acentuado, especialmente en el segmento de préstamos para adquisición de vivienda.

Los mayores riesgos percibidos por los prestamistas (particularmente, los relacionados con las perspectivas económicas y con las de ciertos sectores y segmentos de actividad), unidos a una menor tolerancia al riesgo, explicarían esta evolución, que se habría reflejado en más rechazos en solicitudes de préstamos.

De cara al último trimestre de 2022, las entidades anticipaban una intensificación de esta evolución, que sería más pronunciada en el caso de la financiación concedida a las empresas.

En este contexto de endurecimiento de las condiciones de financiación y de descenso de la demanda de crédito bancario percibida por las entidades bancarias, se ha observado, durante los últimos meses, una moderación de los volúmenes de nueva financiación captada por los hogares y las sociedades no financieras en la mayoría de los segmentos.

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El importe de los nuevos préstamos concedidos a las familias para fines distintos de la compra de vivienda y el consumo también ha retrocedido. En cambio, el flujo de nuevo crédito bancario para consumo ha seguido aumentando en los últimos meses, si bien en noviembre todavía era un 13% inferior a los niveles anteriores a la covid.

CRÉDITOS ICO

En cuanto a la calidad del crédito bancario, los dudosos del sector privado residente continuaron descendiendo y se situaron en septiembre de 2022 en los 43.400 millones, tras caer un 3,5% en el tercer trimestre del año y un 13,2% de forma acumulada en los últimos 12 meses. De este modo, el crédito dudoso acumula también un descenso del 20% desde diciembre de 2019.

Los créditos en vigilancia especial descendieron un 3,3% en el tercer trimestre, acumulando un descenso interanual del 13,1%, hasta situarse en 81.900 millones. A este descenso interanual contribuyeron tanto los hogares (–10,5%) como las sociedades no financieras y los empresarios individuales (–15,1%).

Pese a esta corrección, el volumen de crédito en vigilancia especial es todavía un 22,9% superior al de antes de la pandemia, «lo que pone de manifiesto que persisten riesgos latentes para la calidad crediticia, a pesar del buen comportamiento del conjunto de los créditos dudosos», destaca el artículo.

El mayor deterioro relativo se observa en los créditos concedidos con aval del ICO, con una ratio de dudosos cercana al 6% en septiembre de 2022, frente a niveles de esta ratio del 3,5% y del 0,5% en diciembre de 2021 y de 2020.

Por su parte, el 21,2% de los préstamos con garantía del ICO están clasificados como en situación de vigilancia especial en septiembre de 2022, 0,9 puntos más que en diciembre de 2021.

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El Banco de España avisa de que el final de la mayor parte de las carencias de los préstamos del ICO durante el segundo trimestre de 2022 «podría hacer crecer, aún más, sus ratios de activos problemáticos en el futuro, si bien no hay evidencia hasta el momento de este efecto negativo». Los sectores más afectados por la pandemia continuaban presentando en septiembre de 2022 una mayor proporción de activos problemáticos.

Por otra parte, el organismo analiza el crédito bancario a las compañías energéticas y concluye que las exposiciones de este sector tienen un peso limitado en el negocio crediticio bancario en España, si bien su calidad ha empeorado a lo largo de 2022 y se ha observado un cierto endurecimiento de las condiciones de concesión aplicadas a sus préstamos.