MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital subrayó este jueves, al respecto de la posibilidad de que los supermercados fijen un precio máximo en algunos productos, que es «importante» mantener «márgenes» y «no contribuir con decisiones que pueden parecer que tienen algún sentido a corto plazo, pero a medio y largo plazo dañan a la empresa y, por supuesto, dañan a la economía».
Así lo indicaron a Servimedia fuentes del departamento que dirige la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en una reunión informativa con los medios de comunicación para repasar la actualidad económica del país.
Desde el Ministerio de Calviño indicaron que es «muy importante» que «funcione la competencia» y que, con esa «mayor estabilidad de costes», la inflación «pueda bajar». Además, señalaron que la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) investiga elementos que susciten la sospecha de que «pueda haber colusión» en los precios.
Estas fuentes indicaron que antes de las medidas del otoño pasado en materia energética, la energía representaba un 85% de la inflación, mientras que, en los últimos meses, el peso de esta ha bajada hasta un 35%. Sobre si el Gobierno se plantea intervenir en los alimentos al igual que ha hecho en los productos energéticos, explicaron que son mercados «diferentes», ya que en el mercado de alimentos ha habido «una subida de costes» y se está viendo la «traslación a los precios».
Al respecto de los márgenes de beneficio de las empresas, destacaron que, en términos generales, ha habido una «recuperación» en comparación con los peores meses de la pandemia, «pero no una ampliación general coincidiendo con la inflación». No en vano, aseveraron que están tratando de «afinar» los datos, que serán relevantes «si se va a hacer un pacto de rentas».
Sobre esta cuestión, indicaron que las pensiones no entran dentro de este acuerdo y tener un «marco plurianual» en el que ir recuperando las cuantías es «muy importante», ya que permite «dar estabilidad y tener más flexibilidad en la negociación». Además, señalaron que los agentes sociales «han alcanzado acuerdos más difíciles» y confiaron en que pueden llegar a un acuerdo «que nos ayude a que la inflación baje».
Acerca de las previsiones para los próximos trimestres, reconocieron que, con los datos que tienen del tercer trimestre, se prevé una «moderación del ritmo de avance de la actividad» respecto a los tres meses anteriores, aunque indicaron que son «pocos datos» que, en cualquier caso, «no apuntan a un crecimiento negativo».
Al respecto de la decisión del Banco Central Europeo de subir sus tipos 0,75 puntos -la mayor subida de su historia-, apuntaron que después de un período «muy largo» de tipos «excepcionalmente bajos lo «razonable» es que «suban». Asimismo, señalaron que la situación de las familias y empresas «a pesar de la inflación» es «sólida» y detallaron que las familias que destinan más de un 40% de su renta a pagar la hipoteca son un 3,7%.
El Ministerio destacó que algunas fortalezas de la economía española para los próximos meses eran el mercado laboral, el sector exterior y la reducción de deuda y déficit público. Por el contrario, apuntó que lo que más «preocupa» es la subida del precio del gas, aunque advirtió que España ya tiene un 86% de las provisiones para el invierno, por encima de la media de la Unión Europea (UE).