Muchas veces, algunos pequeños cambios en las rutinas diarias pueden tener grandes efectos. Si se tienen en cuenta algunas cosas a la hora de lavar la ropa, por ejemplo, se puede ahorrar energía. Algo positivo para el medio ambiente y también para el bolsillo.

Quien usa demasiado detergente y llena la lavadora solo hasta la mitad, por ejemplo, desperdicia detergente y electricidad. Sin embargo, las cosas pueden hacerse de forma distinta.

«Lavar la ropa tiene mucho que ver con las costumbres. Para cuidar el medio ambiente y ahorrar dinero, vale la pena analizar más de cerca la propia rutina de lavado y adecuarla de ser necesario», afirma Indra Enterlein, de la asociación ecologista alemana Nabu.

La directora de política de recursos en Nabu brinda cinco consejos para lavar la ropa cuidando el medio ambiente y ahorrando dinero:

1. Prestar atención a la eficiencia

Esto comienza al comprar una lavadora nueva. «Lo ideal es elegir la lavadora más eficiente desde el punto de vista energético», aconseja Enterlein.

En su opinión, todas las lavadoras son relativamente caras. «Pero muchas veces el costo de estos electrodomésticos se amortiza por los costos que se ahorran en energía», añade.

2. Elegir el programa adecuado

En principio, el consumo de agua y electricidad está optimizado en los aparatos nuevos. Sin embargo, se puede renunciar a determinados programas, como el de prelavado, que de acuerdo con Enterlein es realmente necesario muy pocas veces.

En cuanto al uso de la máquina, aconseja elegir un programa ecológico o amigable con el medio ambiente. «Dura más, pero emplea menos energía que un programa corto de lavado», indica. Esto se debe a que la ropa queda más tiempo en remojo. De esta forma, la lavadora necesita menos energía para quitar las manchas y limpiar las prendas.

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3. Mantener una temperatura baja

Si se usa la lavadora a una temperatura baja, como por ejemplo a 20 grados, se puede ahorrar hasta un 70 por ciento en costos de electricidad. Si la temperatura es de 40 en vez de 60 grados, el electrodoméstico emplea hasta un 50 por ciento menos de electricidad.

Pero, ¿por qué se puede ahorrar tanta energía a través de la temperatura? «La lavadora emplea hasta el 90 por ciento de la energía en calentar el agua», explica la experta de Nabu Enterlein. Cuanto más alta la temperatura, más energía consume el aparato.

Por lo general basta con una temperatura de 30 grados para limpiar la ropa, de acuerdo con Enterlein. Sin embargo, recomienda: «cada tanto hay que hacer un lavado a 60 grados, al menos cada dos o tres semanas, para que no se formen bacterias en la máquina».

4. No sobredosificar

«Muchos detergentes son ahora muy compactos y económicos», dice Enterlein. «Eso es bueno para el medio ambiente. Pero a menudo, la gente se excede con el detergente», asegura.

La dosis de detergente depende de la dureza del agua, del tamaño del aparato y del grado de suciedad de la ropa. Merece la pena preguntar a la empresa local de suministro de agua sobre la dureza del agua. «Cuanto menos dura sea el agua, menos detergente se necesita», aclara Enterlein.

Una vez que se haya determinado la cantidad correcta de detergente necesario, se puede hacer una marca en el tapón dosificador para evitar usar de más. Por lo general, afirma que también se puede prescindir del suavizante.

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5. Secar al aire libre

«Una de las mejores maneras de ahorrar es renunciar a la compra de una secadora. Primero porque se ahorra la compra de este electrodoméstico, y segundo porque permite ahorrar electricidad», señala Enterlein. El potencial de ahorro es enorme.

De acuerdo con un relevamiento de esta asociación ecologista, el secador más eficiente en términos energéticos consume 156 kilovatios-hora por año. A modo comparativo, la lavadora más eficiente consume de acuerdo con este relevamiento unos 90 kilovatios-hora al año.

Fuente: dpa