MADRID, 31 (SERVIMEDIA)

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, advirtió este viernes de que el impuesto a la banca es «contraproducente», impactará negativamente en el crédito y en la competitividad de la economía, generará «inseguridad jurídica» y afectará a la valoración de las acciones.

Botín respondió a los accionistas que intervinieron en la Junta General que el banco celebra este viernes en Madrid. En la misma, manifestaron inquietud por las tensiones financieras, por el impuesto extraordinario a la banca, por la cuantía del dividendo en comparación con el de otras entidades y quejas por los sueldos del consejo, entre otras cuestiones.

Respecto al impuesto al sector, por el que el banco contabilizó en enero 224 millones, la presidenta del Santander respondió que la banca «ya paga muchos impuestos» y el nuevo establecido al sector «no es la forma de ayudar a la economía y es contraproducente» porque afectará a la concesión de 50.000 millones de euros en crédito, según señaló.

También lo consideró negativo para los accionistas porque afecta a las valoraciones de las acciones, igualmente para a competitividad y la confianza, y recordó que el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han emitido informes «muy claros» al respecto, poniéndolo en duda. En el caso de la opinión del BCE, «no es conveniente», destacó Botín.

Resaltó que un tercio del beneficio antes de impuestos de 2022 se destinó a pagar impuestos, lo que supuso 9.700 millones de euros en todo el mundo, otro tercio fue a remunerar a los accionistas y el tercio restante, a financiar la economía.

Dijo comprender que los gobiernos «tienen que recaudar impuestos», pero que su posición es que «todas las empresas deberían pagar lo mismo» y diferenció entre la banca, que solo por el impuesto de Sociedades paga un tipo del 30%, mientras que para otras empresas es del 25%.

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TENSIONES FINANCIERAS

Por otra parte, en cuanto a las tensiones financieras por las quiebras bancarias en Estados Unidos y las dificultades en Europa, Botín insistió en el turno de respuesta a los accionistas en que el sistema financiero «regulado» del que forman parte los bancos «es robusto y mucho más fuerte de lo que era en 2008», y Santander se sitúa por encima de los requerimientos mínimos regulatorios. Subrayó que el banco tiene el 20% de su liquidez depositada en los bancos centrales y el 80% de los depósitos son de minoristas, con un 70% de ellos asegurados por los fondos de garantía de depósitos.

«No es un problema del sistema financiero de los bancos regulados, ha sido un problema de entidades muy concretas», destacó, y defendió que Santander reafirme sus objetivos para 2023 y su modelo de «banca comercial con diversificación, con escala».

Respecto a los sueldos del consejo, afirmó que están «en línea con sus pares en tamaño y complejidad», si bien en comparación con los bancos estadounidenses se sitúan «significativamente por debajo». Destacó que en 2022 se acordó mantener la misma retribución fija que en 2021 mientras que el beneficio del banco creció un 11%.

A esto sumó que la retribución de los consejeros ejecutivos como porcentaje del beneficio ordinario «ha bajado un 52% desde 2013».

CASO ORCEL

En la Junta también salió el proceso judicial que el banco mantiene con Andrea Orcel, quien iba a ser consejero delegado de la entidad pero su fichaje finalmente se frustró por las condiciones millonarias del directivo para asumir el cargo. Botín comentó que cada vez que el banco ha combatido las resoluciones judiciales ha obtenido «rebajas considerables» y el caso de Orcel ya tiene un coste para la entidad menos de la mitad de la cifra inicialmente reconocida. Confió en que la posición del banco sea aceptada por el Tribunal Supremo.

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Del mismo modo, sobre la creación de la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, opinó que, a la luz de la cifra de reclamaciones que el banco ha registrado, «con carácter general nuestros clientes están satisfechos».

Respecto al dividendo, comentó que se ha multiplicado casi por cuatro desde 2014, hasta los 3,842 millones, el 40% del beneficio ordinario, y que la rentabilidad del dividendo más la recompra está por encima del 8%.

Precisamente, los accionistas votaron a favor de un dividendo complementario en efectivo de 5,95 céntimos de euros por acción, pagadero a partir del 2 de mayo.

Igualmente, dieron el visto bueno al resto de puntos del orden del día entre los que se encontraban la reelección de Ana Botín y la ratificación del consejero delegado, Héctor Grisi, como consejeros, así como el nombramiento de Glenn Hutchins como independiente, y la reelección como consejeras de Pamela Ann Walkden, Sol Daurella, Gina Díez Barroso y Homaira Akbari.