– «Subvenciones a Cáritas o Cruz Roja decaen automáticamente a partir del 1 de enero de 2023»

MADRID, 23 (SERVIMEDIA)

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida advirtió este viernes del «cierto frenazo» en la economía madrileña que supondrá el no tener presupuestos para 2023 y tener que prorrogar los de 2022, que «trataremos de remediar y que gestionaremos de la mejor forma posible», pero «dificulta muy considerablemente la gestión de una ciudad como Madrid».

Así lo afirmó en una entrevista en Onda Madrid recogida por Servimedia donde admitió que hasta el último momento confió en que desde el Grupo Municipal Vox «tendrían un ataque de sentido común y pensarían en los madrileños, pero no, ni siquiera han dado la oportunidad de sentarse a negociar los presupuestos».

El alcalde remarcó que esta situación es «muy grave» porque se van a ver afectadas numerosas obras e infraestructuras que estaban previstas para el año que viene y porque hay numerosos proyectos que iban a ser cofinanciados con fondos de la Unión Europea que «ahora están en serio riesgo».

Además, el regidor madrileño comentó que «hay que asumir nuevos costes como era el convenio con la Policía Municipal, que era fundamental para ponerles en las condiciones retributivas y laborales que merecen».

En este sentido, Almeida indicó que una cuestión que le preocupa «enormemente» en estos momentos son las subvenciones que dan a Cáritas o a Cruz Roja, que «decaen automáticamente» a partir del 1 de enero de 2023, al igual que las subvenciones nominativas a las asociaciones de víctimas de terrorismo que «no van a existir» a 1 de enero de 2023.

El primer edil destacó que Madrid es el «motor económico» de España y la primera ciudad que ha recuperado el PIB anterior a la pandemia, además de que la ciudad «está vibrante y están las calles y el comercio como está».

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Por ello, «el no haber presupuestos en la Comunidad y el Ayuntamiento sería un cierto frenazo que trataremos de remediar y que gestionaremos de la mejor forma posible, pero que dificulta muy considerablemente la gestión de una ciudad como Madrid, que no tiene en cuenta ni a los servicios públicos, ni a las obras que son necesarias, ni a los madrileños».

Por último, Almeida se preguntó que, «si los madrileños hablan entre ellos, por qué los políticos no podemos hablar entre nosotros». «Hemos trasladado a la calle que hay una situación distinta entre los madrileños y los políticos y eso es muy grave», concluyó el alcalde.