Christiane Oelrich (dpa) – Desde hace décadas, millonarios y multimillonarios de todas partes del mundo se mudan a Suiza. Bancos, discreción, seguridad y paisajes impresionantes son algunas de las razones que los atraen, en una tendencia que se aceleró por la pandemia de coronavirus.

«La pandemia desató un auge de la demanda de inmuebles de lujo», informó el banco UBS.

La comuna de Cologny, en el cantón de Ginebra, registra los precios por metro cuadrado más caros del país europeo. Allí, un solo metro cuadrado cuesta tanto como toda una vivienda en algunas comunas alemanas: unos 33.000 euros (unos 39.230 dólares).

Los analistas de UBS estiman que el coronavirus incrementó el anhelo de muchos por llegar a un puerto seguro.

«El riesgo de pagar impuestos más altos que enfrentan los que más ganan (es) manejable, a diferencia de algunos otros lugares en el extranjero, gracias a una posición fiscal estable», señalan los expertos.

En Suiza, la deuda alcanza al 40 por ciento del producto interno bruto (PIB). En comparación, en Alemania es de cerca del 70 por ciento, mientras que en otros países, como Francia, trepa incluso a más del 100 por ciento.

Muchos ricos de raíces alemanas disfrutan ya de las ventajas de Suiza, como por ejemplo el empresario Klaus-Michael Kühne, de la compañía de logística Kühne + Nagel, de Hamburgo.

La revista «Bilanz» incluye, entre otros, a Kühne y también a los herederos de la familia Jacobs, que se enriqueció con el negocio del café en Alemania y que en Zúrich dirige una compañía de inversión, en la lista de los alemanes más ricos, con fortunas de decenas de miles de millones de euros.

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La familia Liebherr, fabricantes de maquinarias para la construcción, también está en esta lista de los millonarios que eligieron Suiza, además de la familia Finck, dedicada a la industria, el empresario de productos lácteos Theo Müller y los descendientes de Franz Ströher, fundador de la compañía de productos de belleza para el cabello Wella.

El banco Credit Suisse estima que, en 2020, uno de cada seis habitantes de Suiza, el 14,9 por ciento, pertenecía al club de los millonarios.

Si se hace una estimación muy generosa, el número total podría ubicarse cerca del millón. Más allá de naciones pequeñas como Mónaco, ningún otro país del mundo cuenta con tal densidad de millonarios.

Los multimillonarios, con fortunas de miles de millones, tampoco son un grupo pequeño. Según señala la revista «Bilanz», hay unos 135 de ellos en el país centroeuropeo.

El cálculo se hace en dólares; un franco suizo equivale actualmente a 1,09 dólares o 0,92 euros.

Ahora están llegando nuevos millonarios. El abogado Enzo Caputo, que ayuda a sus clientes extranjeros a asentarse en Suiza, habla de un aumento del 25 por ciento de la demanda.

Otros abogados hablan incluso de un alza de hasta un 40 por ciento en las consultas. Pero estas cifras no se pueden comprobar, ya que la discresión es el principal mandamiento.

«Hago una especie de trato con el cantón, yo negocio los contratos de tributación a tanto alzado» (en función del gasto), declara Caputo a dpa.

Los recién llegados no deben siquiera declarar su patrimonio. Según la emisora RTS, el paquete de permiso de residencia e impuesto a tanto alzado podía obtenerse en el cantón del Jura para un no europeo soltero por el equivalente a unos 135.000 euros al año.

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Incluso sin este tipo de acuerdos, el impuesto sobre la renta, que dependiendo del cantón es de alrededor del 22 por ciento, es a veces solo la mitad de lo que es en muchos otros países.

Caputo comenta que los superricos planean su mudanza a largo plazo. «Primero se deposita la fortuna en un banco suizo, con un buen asesor de inversiones. Luego llega la familia, y recién después el jefe de familia», explica.

Según un análisis de la firma Boston Consulting, ningún otro país en el mundo posee tanto patrimonio de extranjeros que no viven en el país: unos 2,4 billones de dólares (unos dos billones de euros). Esto representa cerca de un cuarta parte de todos los activos extranjeros, más que en Hong Kong y Singapur.

Los agentes inmobiliarios también experimentan un auge. «La demanda ha aumentado enormemente desde el verano europeo de 2020, en especial en el sector de lujo», dice Franko Giovanoli, quien se encarga en la firma Ginesta de la región de St. Mortiz y zonas aledañas, a dpa.

«Nos han sacado de las manos las propiedades de precios altos», revela. Según el experto en bienes raíces, la gente busca inversiones seguras para su dinero.

Los millonarios chinos, indios o árabes no tienen gran protagonismo, los principales interesados provienen de Alemania, Italia y el Reino Unido.

Para Giovanoli, «precios altos» son cifras millonarias de dos dígitos. También hay casas de vacaciones más modestas, por ejemplo de tres habitaciones y media, por entre 1 y 2 millones de francos suizos.

«Aquellos que buscan un lugar con instituciones estables y lugares de lujo establecidos en los mercados mundiales del lujo probablemente pondrán sus ojos cada vez más en Suiza», concluye la economista de UBS Katharina Hofer.

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