Desde que a principios de mes los países exportadores de petróleo que forman la OPEP decidieran que, pese al actual precio del crudo, que roza mínimos históricos, no iban a reducir la producción, la bajada del oro negro ha sido más que notable.

Pese a esto, según las últimas declaraciones del Secretario General de dicha organización, parece que no durará esta inmovilidad mucho tiempo. Lo cierto es que al consumidor le ha servido el exceso de petróleo en el mercado para poder abaratar, en cierta medida, su consumo, pero lo cierto es que tarde o temprano esta tendencia cambiará.

También esta política que habían seguido durante los últimos tiempos tenía mucho que ver con su pelea contra el fracking americano. Es, en realidad y en cierta medida, la guerra entre el Texas y el Brent, que dada la producción actual y el excedente en los mercados internacionales, llevan en caída libre meses, llegando a precios que no se veían desde hacía muchos años.

Aún con esta información velada, lo cierto es que la previsión para el año que entra no es precisamente que la tendencia del petróleo en los mercados cambie, sino que sería durante los siguientes años cuando comenzaría de nuevo la escalada de precios para superar los índices en los que se mueve en la actualidad. Es más, dado que el crudo se compra con antelación, es problable que aún se pueda rebajar su precio en los distintos escenarios internacionales durante el 2016, aunque de una manera más moderada a cómo lo hemos visto durante los últimos tiempos.

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Un dato a tener en cuenta es que durante estos últimos días hemos visto cómo el Brent llegaba a niveles de hace siete años, en sus poco más de 37 dólares, un precio que nada tiene que ver con el de los últimos años que estuvo cotizando por encima de los 50.