Hace casi una década que llegó a España un negocio tan simple como innovador, un negocio que poco a poco ha ido ganando terreno, y que durante el pasado 2019 movió en torno a los 150 millones de euros, una cifra que se espera superar con creces durante este 2020.

Y es que, el Coworking en Barcelona o en cualquier otra ciudad del mundo se posiciona ya como el espacio de trabajo preferido por emprendedores, pymes, y autónomos dedicados fundamentalmente a sectores innovadores que están estrechamente ligados con la creatividad y las nuevas tecnologías. No obstante, y a pesar de que compartir espacio de trabajo con otros profesionales puede tener grandes ventajas y beneficios, lo cierto es que el coworking no es apto para todo el mundo.

En cualquier caso, lo cierto es que desde sus inicios, allá por el 2012, el sector ha multiplicado por ocho el espacio dedicado al coworking, y a finales de 2019 se contaban en España con más de 800.000 metros cuadrados de oficinas flexibles, distribuidos en más de 1.500 espacios repartidos por toda la geografía española, si bien cabe comentar que el número de espacios dedicados a Coworking en Barcelona, Madrid, así como en otras grandes ciudades es mucho mayor que en ciudades más pequeñas, aunque a día de hoy no existe ciudad que no cuente con alguna oficina flexible.

Cabe destacar también que, de esos 1.500 locales registrados, en torno a un 60% son de dimensiones inferiores a 200 metros cuadrados, mientras que solo el 3% de ellos superan los 1.000 metros cuadrados. No obstante, y a pesar de que un 3% pueda parecer poco, lo cierto es que ese 3%, controla el 30% del mercado, algo de lo más razonable si se tiene en cuenta que dentro de ese 3% se encuentran los grandes operadores.

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Ya sea debido a que el precio de las oficinas compartidas es muy inferior al de una oficina fija, a que fomentan el trabajo con otros profesionales y la generación de sinergias, o a que, en algunos casos, cuentan con valores añadidos como el servicio de asesoría o la realización de cursos y talleres, lo cierto es que el coworking no para de crecer en España.

Y es que, algunos ven en el sector del coworking una buena inversión, tanto por la gran cantidad de Big Data que generan como por la rentabilidad económica que puede reportar.