Demos un paso más de lo que se asume en los asset management. Muchas entidades bancarias han querido llegar ahí a través del ofrecimiento de sus servicios de global valuation dentro de la gestión de la cartera de sus clientes.

Hablamos en este caso de un producto más definido y dirigido a las instituciones que buscan valorar sus carteras de gestión en casos como pueda ser una liquidación o los fondos de pensiones. Así, buscan rentabilidades que pasen por la cuantificación de cómo tienen distribuidos los datos analíticos de renta fija, delta y gamma.

En el caso de la política de los asset management, también lleva incluido un estudio de la gestión de riesgo. Es la mejor forma de hacer sentir al inversor que no está desprotegido una vez permite que su cartera de gestión se mueva por diferentes productos.

Un caso completamente distinto es el caso de wealth management, donde no sólo se diversifica entre diferentes productos de la cartera de inversión en activos, sino donde también se da un asesoramiento y soporte legal y fiscal que beneficia en el corto y medio plazo a las inversiones de los que apuestan por ello.

Sin duda, la tendencia de añadir a las inversiones servicios adicionales donde las rentabilidades conseguidas pueden llegar a ser reinvertidas gracias al asesoramiento tanto legal como fiscal es todo un acierto.

Pero si hay algo importante para el inversor es saber que, desde la entidad, sería interesante que se diversificara la cartera de gestión entre los distintos productos de forma que, en cualquiera de los plazos, los riesgos y ganancias queden compensados.

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El contacto constante del asesor con el inversor es prácticamente obligatorio en las opciones que plantea el wealth management y que ayuda a que todo se dirija hacia las mejores inversiones, incluso en el caso de que haya que volver a planificar la inversión para los movimientos presentes y futuros.

Hablar de inversión es siempre tener que hacerlo de ventajas y desventajas. Se asume que los grandes inversores tienen asesores a sus espaldas mucho más pendientes de sus activos, pero no siempre tiene que ser así ya que, en el caso de los inversores pequeños, de lo que cobran es de las ganancias, con lo que los primeros interesados en reportar beneficios son ellos mismos.

Además, interpretar los muchos anuncios, rumores y noticias que alteran los mercados a diario es complicado sin la ayuda de expertos que sepan anticipar los movimientos y sean capaces de gestionar de una forma eficaz y profesional la cartera de inversión.