No nos engañemos. Hoy en día parace que todo el mundo sabe cómo montar una campaña online. Basta con tener unos conocimientos básicos de SEO y SEM y la gente se lanza a la piscina a buscar no solo el posicionamiento sino la conversión de las visitas en compras como si hubieran descubierto El Dorado.

Y nada más lejos de la realidad. Los que de verdad conocen el mundo del SEO y del SEM ven cómo fracasan las incursiones de aquellos que no tienen una estrategia desarrollada para poder alargar en el tiempo un proyecto y que vaya creciendo conforme va necesitándolo.

Durante una época todo el mundo parecía conocer las estrategias del marketing digital, sin embargo se ha visto que solo unos pocos tenían la visión necesaria para ser capaces de poder llevar a cabo campañas que de verdad aportaran resultados finales.

Para empezar, es necesario conocer las Diferencias entre SEO y SEM, algo que no todo el mundo tiene claro.

Mientras que el SEO se basa en buscar el posicionamiento óptimo en los distintos buscadores, el SEM, aunque también efectuado en el entorno de los buscadores, tiene más que ver con campañas de publicidad.

¿Diferencias? Muchas. De ahí que sea necesario echar un vistazo a la base misma de cada uno de los proyectos.

Cómo pensar bien una estrategia de SEO

El SEO, como venimos diciendo, es el buscar un posicionamiento en los buscadores para que nos encuentren. Eso quiere decir que, a través de la búsqueda del usuario, los resultados deben elevarnos lo más arriba posible dentro de la primera página para que de verdad podamos tener en cuenta que la visibilidad es la adecuada.

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Para ello hay que valerse de varias herramientas. Las palabras clave, la optimización de la web donde el usuario aterriza, el marketing de contenidos, los links que apunten directos, la presencia en redes, la interactuación con los usuarios… Todo suma, pero de forma orgánica

Básicamente cuando se piensa en una estrategia de SEO hay que pensar en el que busca. ¿Qué textos serán los más utilizados para encontrar el producto? ¿Qué palabra es básica para definir lo que se buscará? Teniendo esto claro es el momento de apostar por buscar ese pequeño matiz que diferencie y a la vez nos ayude a alzarnos con búsquedas más concretas.

Aunque pocos se atrevían con ello, básico es también utilizar los conocimientos SEO para que una web sea bien rastreada por los buscadores. No basta solo con las palabras clave sino con un conocimiento técnico que haga que la web esté totalmente optimizada para esto.

Cómo pensar bien una estrategia SEM

Como enunciábamos, el SEM tiene más que ver con las acciones que realizaremos dentro del entorno buscador. Campañas de publicidad específicas y con transacciones económicas o monetarias por medio. Es decir, pagar por posicionar.

Es el complemento al tráfico y posicionamiento orgánico que se consigue con el SEO.

Lo más habitual es poner anuncios por clic para conseguir que funcionen. Ante una búsqueda, el hecho de que los motores nos publiquen directamente ese contenido hace que el tráfico pagado aumente en nuestro site, pero sin el SEO bien planteado, acabarán huyendo.

Sin pensarlo dos veces, si lo que buscas es tráfico, convertir visitas en ventas y dar un paso más en tu estrategia de marketing digital, estos campos deben estar capitaneados por un profesional que sepa bien cómo conjugar ambas opciones para que se apoyen entre ellas. Cuanto mejor tráfico orgánico se consiga, menos inversión en campañas de publicidad, pero sin duda, en la mesura y en el equilibrio está la clave.

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El mundo del marketing online está en continuo cambio por culpa también de los cambios de algoritmo de las búsquedas y de las visualizaciones en las redes. No dejes que decaiga por una mala actualización.